Una estrella se le ha perdido a la Luna. Se ha ido a la habitación de Miguel y la Luna le pide que la busque debajo de la cama, esa misma noche.
(ALBO, Pablo. Bajo mi cama, una estrella. Madrid: Oxford, 2010,Colección El árbol de la lectura. Serie roja, nº 8. p. 68)
Bajo mi cama una estrella, es una historia divertida cuyo protagonista es Miguel, un niño miedoso pero que es capaz de afrontar las situaciones más inesperadas cuando tiene que defenderse de un monstruo, un esqueleto y el espectro del pasillo, todos, seres imaginados.
Lectura
recomendada a partir de los 8 años, escrita por Pablo Albo e ilustrada por Anuska Allepuz.
Una noche, la habitación de Miguel se encontraba iluminada únicamente por la luz de la Luna que entraba por la ventana y Miguel dormía a pierna suelta cuando un ruido le hizo despertar sobresaltado... era la luna que le pedía que buscara una estrella que se le había perdido...
Miguel se puso a buscar y... de debajo de la cama salió un monstruo cubierto de pelo de pies a cabeza... tranquilo dijo el monstruo, no voy a comerte, me alimento de pelusas...
Cuando se teme a los monstruos que por las noches desvelan y asusta, lo mejor es dar la vuelta a la situación y ver en ellos unos amigos imaginarios con los que se puede hablar sin asustarse. Mejor que estar solos es estar acompañados por monstruos divertidos que hagan compañía para poder decir: ¡Tengo amigos monstruos y me gustan porque puedo hablar con ellos!
Con Bajo mi cama, una estrella, se puede enseñar a los niños a ahuyentar el miedo; o mejor dicho, a borrar la imaginación tormentosa de la noche, la oscuridad y el silencio, explicándoles que no hay que temer nada, que los monstruos solo vienen a saludar, a pasar un rato y que cuando entra el sueño se van a saludar a otros niños; por eso, los monstruos de la noche tienen muchos amigos ¡no paran! Además, siempre es bueno tener un amigo monstruo para charlar con él cuando se está aburrido, porque los monstruos suelen tener buena conversación e ideas muy divertidas. Son feos, sí, pero también son simpáticos porque dejan que los niños se los imaginen como quieran, a ellos les da igual.
Con Bajo mi cama, una estrella, se puede enseñar a los niños a ahuyentar el miedo; o mejor dicho, a borrar la imaginación tormentosa de la noche, la oscuridad y el silencio, explicándoles que no hay que temer nada, que los monstruos solo vienen a saludar, a pasar un rato y que cuando entra el sueño se van a saludar a otros niños; por eso, los monstruos de la noche tienen muchos amigos ¡no paran! Además, siempre es bueno tener un amigo monstruo para charlar con él cuando se está aburrido, porque los monstruos suelen tener buena conversación e ideas muy divertidas. Son feos, sí, pero también son simpáticos porque dejan que los niños se los imaginen como quieran, a ellos les da igual.
Miguel también tuvo que mirar dentro del armario y allí se encontró con el esqueleto...
Luego tuvo que adentrarse en el pasillo largo...
Al final Miguel encontró la estrella.. se levantó en el aire y se elevó hasta ocupar su lugar en el cielo.
Aunque Bajo mi cama una estrella, está recomendada para lectores ágiles, pueden los padres y educadores utilizar su argumento para niños más pequeños, en cuenta cuentos, utilizando su mensaje principal de "no hay que tener miedo", porque superar los miedos hace vivir más felices y contentos.
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